Recientemente hemos estado hablando de la relación terapéutica, esa relación entre el psicólogo y la persona que demanda sus servicios. Pero, dado que esos servicios de diversa naturaleza, habría que plantearse otra pregunta sobre algo que también se da por sentado muchas veces en psicología: ¿Cuál sería el nombre correcto para identificar a esa persona?
Normalmente, en la psicología, especialmente en la práctica privada se ha denominado a estas personas con dos conceptos: cliente y paciente. A continuación, te contamos el punto de vista de PrecisaMENTE, y cómo se nombra a esas personas en este espacio de psicología, de la mano de Javier Alcaide.
Cliente o paciente
Hay quien los llama pacientes. Es un término que se ha usado desde el principio de la psicología. Sin embargo, es un término que viene heredado de la medicina. En medicina, salvo en algunos casos, el nombre de paciente viene bien dado, no porque la persona permanezca a la espera (que a veces también), sino porque en muchas ocasiones, el paciente no hace más que estar allí, dejándolo todo en manos del doctor, adquiriendo una posición pasiva en el proceso. En psicología, o al menos, en PrecisaMENTE, la persona adoptará una posición lo más activa posible. No se trata de que el psicólogo nos cure, como haría el doctor. Se trata más bien de que el psicólogo nos ayude a resolver nuestros problemas. Y en este proceso, la persona interviene participando de las decisiones, de las acciones y de las conclusiones. Por tanto, en PrecisaMENTE, no hay pacientes.
Con este punto de vista, hubo quien los empezó a llamarlos clientes, especialmente cuando la psicología comenzó a llegar a las organizaciones y al mundo laboral. En estos contextos, es normal que a quien paga por un servicio se le llame “cliente”. No obstante, eso puede poner el foco en la relación monetaria, y eso puede hacer que la persona piense que se va a tratar de una relación impersonal basada en lo económico, pudiendo pensar que el psicólogo busca mantener a la persona en la consulta el mayor tiempo posible. Nada más lejos de la realidad. Dentro de los objetivos de PrecisaMENTE se incluye la búsqueda de terapias breves, y siempre buscando el bienestar y la promoción de la salud, poniendo el máximo interés en las personas.
Por ello, en PrecisaMENTE no hay pacientes, pero tampoco clientes. En PrecisaMENTE, espacio de atención psicológica existen USUARIOS (o USUARIAS), personas que, haciendo uso de la terapia, buscan mejorar en ese aspecto que han decidido mejorar, en eso que les preocupa o que está gobernando sus vidas. Pero, con nuestra ayuda, serán quienes, desde un punto de participación activa enfoquen sus esfuerzos hacia las metas establecidas en terapia. Por esto, alejándonos de las maneras tradicionales de llamarlos, preferimos llamarlos usuarios (o usuarias). Serán así usuarios/as de la terapia en consulta, usuarios/as de las acciones formativas, etc. La denominación de usuario/a, en nuestro centro de psicología hace que se ponga la atención en el papel de protagonista de todas las acciones, decisiones y pasos de la persona en terapia. Porque en PrecisaMENTE, la persona es lo primero.
Y tú, ¿Qué piensas de esta denominación? ¿Estás de acuerdo con el concepto usuario/a? Anímate y déjanos un comentario.